Ten una posada diferente con estas recomendaciones
Por fin estamos a pocas semanas de celebrar la tan esperada Navidad, y para los mexicanos, las fiestas no se limitan únicamente al 24 y 25 de diciembre. Si existe una tradición “moderna” que arrastramos desde generaciones, son las fiestas, y diciembre no es el protagonista de cualquier otra celebración, sino el rey de las famosas posadas. Las posadas son festividades que se realizan en México desde tiempos de la Colonia. Su origen es de carácter religioso, en el que se representa el peregrinar de José y María en su camino a Belén. Curiosamente, antes de la llegada de los españoles los aztecas celebraban durante el mes de panquetzaliztli (equivalente al mes de diciembre) la llegada de Huitzilopochtli y estas fiestas duraban alrededor de 20 días. La fusión entre ambas costumbres no tardó en ocurrir y hoy por hoy tenemos el ponche y los cantos, y también, momentos con nuestros seres queridos que se vuelven irrepetibles. Es claro que las costumbres cambian dependiendo de la generación que las viva, por ello, a pesar de que sepamos que las posadas suelen darse más en los hogares, nos encanta la idea de encontrar nuevos espacios para experimentar. ¿Y por qué no hacerlo donde podamos sentirnos en completa armonía? Comienza por encontrar un espacio que te represente. Un escenario donde puedas ser tú mismo y mostrar todos los elementos que van con tus tradiciones. Recuerda que entre más comodidades tengas mejor saldrán las cosas, por lo que una reservación privada en un restaurante o en la terraza de un hotel es una forma, sí, nueva, pero realmente íntima que te brindará nuevas experiencias. ¿Por qué no probar algo distinto? Así siempre habrá algo que contar. La comida es sumamente importante, no solo representa unidad, sino que es una forma de demostrar afecto. Siempre hemos creído que es mejor dejarse consentir en este aspecto, en vez de estar todo el tiempo cocinando. Contratar un banquete, además de sencillo, crea infinidad de ideas para todos los gustos. ¡No olvides el postre! Tener algo dulce y caliente al final de la cena seguramente atraerá historias y buenos recuerdos. Por último, si quieres probar con diferentes tipos de ambientes, después de cantar la pedida de posada, pueden poner algo de música clásica de fondo, o incluso canciones folclóricas que te recuerden a las personas que ya no están. Si te gusta la música más moderna, ¿por qué no hacerlo? Al final, no hay una regla para celebrar en nuestro país y tal vez eso es parte de su encanto.